El libro, acompañado de las siempre magníficas imágenes de Jeffers, nos
cuenta la historia de una niña a la que su padre contaba y explicaba
todas las maravillas del mundo. Un día, al volver al sillón donde su
padre solía sentarse, descubre que éste ya no está y decide entonces
guardar su corazón en una botella para no sufrir... Y no será hasta que
es adulta, cuando se encuentra con una niña como ella, cuando se dará
cuenta que hay que dar rienda suelta a nuestros sentimientos y de lo
bueno que es tener el corazón en su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario