Por la noche, cuando la luna alumbra el camino,
el ladrón de palabras
sale con todo su equipo
y se dirige a la ciudad.
Allí, rastreando las
voces y las luces, sin que nadie lo vea,
trepa por los tejados. Comienza
la cosecha...
"Las palabras se esconden en rincones, trepan a los muebles,
se cuelgan de la lámpara, se suben por las paredes.
Bailan la polca, la salsa, el chachachá y el vals de las mariposas....
La fiesta es todo un éxito, pero, poco a poco,
el suelo se cubre de sílabas sueltas.
Las palabras encierran tantos misterios"
Las palabras impulsadas por el calor de los hogares salen por la chimenea y lo inundan todo. Palabras que provocan carcajadas y sonrisas, palabras tiernas, saltarinas, verdes, gordas y llenas de ira. La felicidad que siente el ladrón de palabras hace que se disponga a atraparlas y clasificarlas en botes… Palabras raras, bonitas, feas, confusas, graciosas, grandes…
Mezclaba las palabras, creaba historias y se las contaba a los animales en el bosque; hasta que un día... sucedió una cosa inesperada. El ladrón de palabras sintió la necesidad de empezar a narrar historias al conocer a alguien. Era momento de utilizarlas y darles su máximo valor. Sentía la necesitad de utilizar las palabras para llegar a otra persona
"El ladrón de palabras"
es una historia sobre la belleza de las palabras y su valor para comunicarse con el mundo, para sembrar amistades, para amar.
La autora francesa Nahtalie Minne
nos acerca esta tierna y poética historia que acompaña con sus propias
ilustraciones sencillas, utilizando
el collage y la estampación. Editado
en gran formato nos inunda visualmente con la plasticidad de sus
ilustraciones por medio de tonos negros, rojos, azules y grises para
acercarnos a la noche del protagonista y sus emociones.
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